domingo, 13 de octubre de 2013

El 56,5% de los catalanes optaría por mantenerse en España La fuerza de la manipulación independentista: el 50% cree que Cataluña no sería expulsada de la UE, a pesar de que Bruselas ya lo ha advertido hasta en cinco ocasiones

El 56,5% de los catalanes optaría por mantenerse en España

30 de septiembre de 2013. 01:36h          

A. Bartolomé. Madrid
La máxima de que una mentira mil veces repetida se convierte en verdad se está cumpliendo en Cataluña. Sólo así se entendería que más de la mitad de los ciudadanos de esa comunidad –el 50,2 por ciento– crea que una Cataluña independiente no sería expulsada de la Unión Europea, según una encuesta de NC Report para LA RAZÓN. Sólo el 37,3 por ciento es consciente de la invitación automática a abandonar el club europeo que ello conllevaría.
Tras las advertencias no sólo por parte del Gobierno español sino de las propias instituciones de la UE, es más plausible achacar semejante dislate a la manipulación secesionista que a la desinformación. Y es que los avisos han sido repetidos hasta la saciedad, al menos hasta en cinco ocasiones por parte de Bruselas, que además ha alertado de que España tiene «derecho de veto» para que vuelvan a ingresar en el club europeo.
Lo hizo en 2004 Romano Prodi en respuesta a una eurodiputada galesa del Partido Laborista: «Cuando una parte del territorio de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado, por ejemplo, porque se convierte en un Estado independiente, los tratados dejarán de aplicarse a este Estado». A partir de esa respuesta se han sucedido otras, la mayoría desde 2012, y todas en el mismo sentido.
El 17 de septiembre del pasado año, unos días después de la Diada, varios eurodiputados españoles cuestionaron al actual presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, sobre posibles secesiones en el seno de la UE. Barroso explicó que un proceso de adhesión debe ajustarse plenamente a las normas y procedimientos que están previstos en los tratados de la UE. Poco después, el 4 de octubre de 2012, la comisaria de Justicia y Derechos Fundamentales, Viviane Reding, explicaba en una carta al secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, que coincidía «plenamente» con sus tesis sobre una hipotética secesión unilateral de Cataluña, «lo que implicaría una exclusión inmediata de la UE y obligaría al hipotético nuevo Estado a empezar un proceso de adhesión, en el que España tendría derecho de veto».
En esas fechas, el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, afirmó que Cataluña dejaría de ser parte del euro si finalmente se independizara de España. El pasado 16 de septiembre era Almunia de nuevo quien ponía negro sobre blanco: «Si hay una decisión de segregación de una parte del territorio de un Estado miembro, esa parte segregada no es parte de la UE», eran sus palabras. Hacía sólo unos días de la última Diada y Almunia comentaba que la posición de la Comisión Europea es «clara» en este sentido.
Pero la obcecación independentista es tal que ese mismo día el Govern replicaba sin inmutarse en boca de su portavoz, Francesc Homs: «Que me diga [Almunia]en qué artículo dice que una Cataluña independiente quedaría fuera de la UE». Por si el mensaje no hubiera sido cristalino, aseguraba que nadie sabe «qué pasaría si naciera un nuevo Estado». Según Homs, la UE se pronunciará cuando un Estado miembro se lo pregunte. «Espero que algún día ocurra y cuando pase tengo la esperanza de que prevalezca el principio de la democracia», proseguía en su delirio soberanista apelando a un debate «en el marco de una negociación política». Cerrilismo en estado puro.
Tras el toque de atención de Almunia, habló la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde: «Un Estado independiente se convertiría, por el hecho de su independencia, en un tercer país respecto a la Unión y desde el momento de la independencia no se aplicarían los tratados [de la Unión] en su territorio».
Pero hay una masa crítica –quizá esa mayoría silenciosa a la que ha aludido el PP en alguna ocasión– que no comulga con los promotores de la deriva independentista. Así, frente al empuje del Govern, más de la mitad de los catalanes se muestran contrarios a esta vía, según el mismo sondeo. El 36,2 por ciento optaría por un Estado propio pero permaneciendo en España y el 20,3 por ciento mantendría el actual modelo autonómico, frente al 34,7 por ciento que elegiría la independencia.
Respecto a si votaría a favor de la independencia de Cataluña aunque ello suponga quedar fuera de la UE, la opinión pública catalana se muestra muy dividida, aunque es una mayoría –el 45,5 por ciento– la que no desea la ruptura con España si ello comporta quedar fuera de la UE. Por el contrario, el 43,7 por ciento quiere la independencia aunque ello suponga la exclusión de las instituciones europeas.
Con el tiempo que dedica el Gobierno de Artur Mas a su lucha por el debate soberanista, no es extraño que la mayoría de los ciudadanos de Cataluña crea que su presidente está desatendiendo servicios básicos como la Sanidad y la Educación. El 56,3 por ciento tiene claro que hay un déficit de atención en parcelas tan primordiales en la vida cotidiana.


CiU no quiere militares que opinen de política

El Grupo Parlamentario de CiU quiere que el proyecto de Ley de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas incluya dos nuevos apartados en los que se tipifique como falta grave y, por tanto, se sancione a los militares que opinen, «mediante declaraciones o escritos», de política o que insten a la utilización de «métodos o arsenal bélico» contra opciones políticas como pueden ser las aspiraciones soberanistas en Cataluña, informa Ep. Así se desprende de una de las 87 enmiendas parciales de CiU al proyecto de ley, que ya superó su primer trámite parlamentario hace dos semanas con el rechazo a la devolución del texto.



Griñán ganará casi 5.000 euros más en el Senado que en la Junta

 Griñán ganará casi 5.000 euros más en el Senado que en la Junta



El senador socialista por Andalucía José Antonio Griñán fue elegido ayer, a propuesta de su grupo parlamentario, vicepresidente segundo de la Comisión de Empleo y Seguridad Social. Griñán, salpicado de lleno por el fraude relacionado con las subvenciones que la Junta andaluza otorgaba para costear parte de los expedientes de regulación de empleo –el conocido como «caso de los ERE»–, asume así precisamente la parcela en que se urdió un escándalo que se ha extendido como una gangrena entre el PSOE andaluz y miembros de algunos sindicatos.
Hay que recordar que Griñán aprovechó su marcha para hacer una breve comparecencia en las Cortes regionales durante la que tachó de «mezquindad» que se dijera que quería ser senador para estar aforado. «El Senado no añade nada nuevo al aforamiento», según él. Pero el cambio es sustancial: pasa de estar aforado en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía como diputado autonómico a estarlo en el Tribunal Supremo.
Y no sólo eso, puesto que con el nombramiento de ayer también mejoran de forma sustancial los emolumentos que percibirá. El ex presidente andaluz cobrará como senador raso 2.813,91 euros brutos al mes, a lo que hay que sumar otros 1.822,38 cada treinta días en concepto de indemnización por proceder de otra circunscripción distinta a Madrid. Como vicepresidente segundo sumará a esas cantidades 1.046 euros. Además tiene transporte gratis y dietas por cada día de viaje, que oscilan entre 120 y 150 euros según se encuentre en España o en el extranjero.
En total, el sueldo anual ascenderá a 68.172 euros. Por contra, el salario que percibió José Antonio Griñán como presidente de la Junta fue de 63.808 euros. En la declaración de bienes y renta hecha pública ayer en la página web del Senado a esa cantidad se le suman los trienios acumulados, lo que arroja un saldo de 71.106 euros. Según el mismo documento, Griñán pagó por IRPF un total de 22.061 euros.
Además, a sus honorarios como inquilino de la Cámara Alta podría sumar el sueldo de ex presidente de la Junta de Andalucía, cuya cuantía tendrá que decidir por decreto y «con carácter inmediato» 
–según estipula la ley– el nuevo Gobierno de Susana Díaz. Esta cantidad podría oscilar entre 44.000 y 66.000 euros. Sin embargo, es probable que Griñán renuncie a tal prebenda, como ya hiciera su predecesor en el cargo, Manuel Chaves.
El ex presidente andaluz se sentó el martes por primera vez en su escaño de la Cámara Alta después de que la semana pasada adquiriera la condición de senador.
El grupo parlamentario socialista informó ayer en una nota de prensa de que Griñán compaginará este nuevo cargo con su trabajo como viceportavoz en la Comisión General de las Comunidades Autónomas.
El senador socialista andaluz llega al Senado tras ser designado por el Parlamento de Andalucía el pasado 12 de septiembre, en sustitución de Francisco Álvarez de la Chica.
Griñán hizo efectiva su renuncia a la presidencia de la Junta de Andalucía el pasado 27 de agosto, tras quince meses en el cargo, para preservar la presidencia de la «erosión» del caso del fraude en los ERE y propiciar un cambio generacional que representa Susana Díaz, su sucesora.
Es el sexto ex presidente autonómico socialista con escaño en la Cámara Alta junto a Marcelino Iglesias, Francesc Antich, Joan Lerma, Vicente Álvarez Areces y José Montilla; hay otro expresidente autonómico en el Senado, Juan José Lucas, del PP.



         

2.413 años que no cumplirán - Asesinos y violadores reincidentes se verían beneficiados por la sentencia que anulará la "doctrina Parot"

  Andrés Bartolomé. 




Miguel Ricart: Ayudó a Anglés a enterrar a Miriam, Toñi y Desirée, las «niñas de Alcásser»
Desaparecieron la noche del viernes 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían haciendo autoestop a una discoteca. La búsqueda de las conocidas como «niñas de Alcásser» tuvo una gran repercusión hasta que el 27 de enero de 1993, setenta y cinco días después de su desaparición, dos apicultores encontraron los cadáveres semienterrados en una fosa de un paraje conocido como La Romana, próximo al pantano de Tous. El hallazgo de los cuerpos y el posterior conocimiento de las vejaciones a las que fueron sometidas causaron una profunda conmoción. Por el triple crimen fue condenado en 1997 Miguel Ricart, único detenido y puesto a disposición judicial por el secuestro, violación y asesinato de las tres niñas. La sentencia fue declarada firme el 10 de junio de 1999, tras rechazarse los recursos de las partes. De Antonio Anglés, el supuesto autor material de los crímenes, nunca más se supo. «El Rubio» le había ayudado a enterrar a las tres infortunadas amigas.



José Antonio Seco Martínez, «asesino de Villarrobledo»: «Matar es un vicio que me cuesta controlar»
José Antonio Seco Martínez, más conocido como el «asesino de Villarrobledo», está condenado a 90 años de prisión por los tres asesinatos que cometió en esta localidad de Albacete entre 1991 y 1993: Pedro José Moreno Villar del Saz, marmolista, de 33 años; José Ballesteros Ordóñez, albañil de 23, y Juan Segundo López Rebolloso, taxista de 42. Los crímenes los cometía de una forma brutal: golpeaba a sus víctimas, las desnudaba y las estrangulaba. Para los doctores que le trataron, «se trata de un asesino en serie difícilmente recuperable. No premedita sus crímenes, actúa de forma impulsiva. Es astuto y oculta pruebas». Él mismo lo contó durante su juicio: «Para mí, matar es un vicio que me cuesta controlar».


Joaquín Villalón Díez, «asesino señorito»: descuartizador y asesino de transexuales
Casado con una mujer lesbiana que le obligada a pintarse y vestirse de mujer, dejó embarazada a su amante, a la que estranguló y descuartizó, abandonando su cadáver en un monte. Posteriormente, acabó con la vida de dos mujeres transexuales cuando cumplía condena en régimen abierto por el primer asesinato. Uno de ellos fue encontrado en el baño de su casa con una cadena atada al tórax, después de que le prendiera fuego. El otro recibió primero una paliza y, aprovechando que había perdido el conocimiento, fue ahogado en la bañera.


Pablo Manuel García Ribado, «violador del portal»: llegó a abusar de dos mujeres en una noche
Pablo Manuel García Ribado es un mecánico de Madrid que, junto a Antonio Barroso Mingo, fueron conocidos popularmente como los «violadores de los portales». Fue condenado a 1.716 años de cárcel y 15 días de arresto por su participación en 89 delitos (51 violaciones) y por una falta de lesiones. Llegó a abusar de dos mujeres en una misma noche. Actuaba a cara descubierta y bien vestido. Su compañero de delitos fue condenado a 1.254 años de prisión por los 64 delitos cometidos (29 violaciones).


Pedro Luis Gallego, «violador del ascensor»: el mecánico de ascensores que aprovechaba cada permiso para violar
Pedro Luis Gallego Fernández, el «violador del ascensor», lleva más de 20 años cumpliendo condena por los asesinatos de la joven burgalesa Marta Obregón en 1993 y la vallisoletana Leticia Lebrato, de 17 años, en 1992, además de 18 agresiones sexuales y violaciones. Aprovechaba su profesión como mecánico de ascensores para acceder a los portales. Desde que en 1979 cometió su primera agresión hasta mediados de los 90, cuando fue condenado, llevó una vida de violaciones, prisiones, libertades y, de nuevo, violaciones. Experto en pedir redención de pena, aprovechaba para volver a delinquir. Lo hizo en 1979, en 1985 y en 1991. No hay atenuantes: es sólo un hombre cruel, sin escrúpulos

Félix Vidal Anido, «violador del estilete»: las arrastraba del pelo hasta lugares escondidos
Conocido como el «violador del estilete», está condenado por cinco violaciones consumadas y nueve frustradas, y hasta 56 delitos relacionados con abusos sexuales. Su objetivo principal eran niñas de entre 3 y 14 años, aunque también atacó a jóvenes de hasta 24 años. A dos niñas de 3 años les obligó a hacerle tocamientos. En ocasiones tiraba a sus víctimas de la cabellera para arrastrarlas y llevarlas a lugares escondidos donde cometer sus abusos. Vidal siempre desnudaba completamente a las mujeres, y algunas veces solía asestarles un seco puñetazo para que quedaran inconscientes. También las hería con un estilete. Declaró que «cuando me entra esta depresión tengo que hacerlo. Prefiero muchachas jóvenes y vírgenes, porque satisfacen mis instintos». Fue detenido en Alcalá de Henares mientras hacía la «mili».