sábado, 20 de agosto de 2016

PP y C’s firman un pacto anticorrupción y empiezan a negociar

Los de Rivera se comprometen a dar el «sí» a Rajoy en la segunda votación


A. BARTOLOMÉ - Madrid

Los portavoces de los grupos parlamentarios de PP y Ciudadanos, Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, rubricaron ayer en el Congreso el pacto anticorrupción ideado por el partido naranja como arranque de una nueva relación con el partido de Génova. Tras la firma, Girauta destacó la «total disposición de los populares» y Hernando deslizó con una sonrisa al tendido que aquello era «el comienzo de un gran amor». Con estos mimbres todo apunta a que, en el plazo de una semana, como calculó el portavoz naranja, ambos partidos tendrán listo un acuerdo para la investidura de Mariano Rajoy.
El pacto anticorrupción, que deberá tramitarse en los tres primeros meses de la legislatura, es una alianza «sin líneas rojas». El documento aprobado incluye la prohibición de que ningún cargo imputado forme parte del Gobierno o tenga escaño en el Parlamento; la eliminación de los aforamientos y la reforma de la ley electoral sobre tres principios: listas desbloqueadas, proporcionalidad y fin del voto rogado. Los otros tres requisitos son acabar con los indultos por corrupción política, la limitación de mandatos a ocho años y la apertura de una comisión de investigación sobre la «presunta financiación irregular del PP», es decir, el «caso Bárcenas».
Con la firma de estas condiciones, ambos partidos abren una negociación de contenidos y reformas para alcanzar en los próximos días un acuerdo de investidura, ya que el debate se inicia el 30 de agosto. Ciudadanos se compromete a dar el «sí» en la segunda votación.
Con miras a que el pacto de investidura se convierta en «un pacto de gobierno» –algo que ha rechazado Albert Rivera–, el portavoz del PP, Rafael Hernando, aseguró que su partido trabajará «con generosidad, con mente abierta y pensando en los intereses de los españoles». Hernando destacó que el PP pretende «dar pasos sin pausa» hasta alcanzar un acuerdo que permita llegar a la sesión de investidura con 169 apoyos «de momento». «Intentaremos incluir o sumar a algunos más», añadió. En este sentido parece claro el «sí» de Coalición Canaria, que supondría 170 escaños, aún insuficientes, por lo que el PP necesitaría otros seis votos a favor en la primera votación u 11 abstenciones en la segunda.
Por su parte, Juan Carlos Girauta dijo que, «si algo empieza ahora, es una cultura del pacto, que existió en momentos trascendentales de la democracia y que ahora regresa». «No tenemos tiempo que perder, hemos pasado demasiados meses en una situación de interinidad», opinó el dirigente de Ciudadanos, quien dijo que su partido encara las negociaciones con «espíritu de desbloqueo», aunque algunas cuestiones serán «casi irrenunciables».
En cuanto a la comisión de investigación sobre el «caso Bárcenas», el PP, a través de Hernando, apuntó que no tiene «ningún temor» a ella, porque no cree que exista «ningún partido en el país» que haya tenido tanta transparencia como la que tiene su grupo. Ciudadanos fue más allá y señaló que no descarta llamar a declarar a Rajoy en esa futura comisión de investigación.  
Ayer mismo, PP y C’s designaron a sus equipos negociadores, que mantuvieron pasadas las cuatro de la tarde la primera reunión en el Congreso, con cuatro bloques a abordar: el económico, el social, el pacto por la educación y el fortalecimiento de las instituciones.
Al término de la cita, que se prolongó durante una hora, sus miembros no comentaron nada de lo tratado a los medios de comunicación que les esperaban. Fue Juan Carlos Girauta quien anunció que se volverán a reunir el lunes. En breves declaraciones, no obstante, señaló que durante el fin de semana van a mantener el contacto «estemos reunidos o no estemos reunidos» y que se intercambiarán documentación.
Girauta espera que se pueda avanzar «de forma práctica», porque «el tiempo apremia». «Tenemos una semana y no vamos a perder ni un segundo», insistió. Según dijo, ayer no se abordó la parte del pacto que afecta a los miembros del PP investigados por presuntos casos de corrupción. Fue una primera toma de contacto a la que seguirá el lunes, a las 11:00, el verdadero arranque con el bloque de asuntos económicos. 
Se prevén puntos de fricción con las reformas institucionales –por la pretensión de Rivera de eliminar el Senado o las diputaciones– y el modelo laboral, pero la disposición al acuerdo es total.


Los cargos públicos imputados serán apartados en un plazo de tres meses

El pacto por la regeneración democrática y contra la corrupción que firmaron ayer PP y Ciudadanos recoge de forma «literal» las seis condiciones que puso el partido naranja y deberá tramitarse durante los tres primeros meses de la XII Legislatura.
Los seis puntos del pacto firmado son los siguientes:
1. Separación inmediata de cualquier cargo público imputado formalmente por delitos de corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial. «No se sentará ni en los gobiernos ni en los escaños si Ciudadanos está en una negociación», sentenció Rivera cuando presentó su oferta. Este apartado podría afectar a la actual senadora popular Rita Barberá. Rafael Hernando destacó ayer que, aunque el PP la aparte del partido, no puede quitarle el escaño, ya que ello necesitaría de una reforma de la Constitución.
2. Eliminación de los aforamientos ligados a cargos políticos y representantes públicos. Se trata de acabar con los «privilegios» que, según Ciudadanos, tienen los políticos frente al resto de los ciudadanos. 
3. «Nueva ley electoral» que modifique la vigente Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), cuya última gran reforma es de 2011. 
En primer lugar, esa nueva ley debe «incrementar la proporcionalidad». El segundo objetivo ha de ser introducir las listas desbloqueadas para la elección del Congreso de tal manera que los votantes tengan una «mayor influencia sobre la elección final de sus representantes». El tercer punto de la reforma es «la desaparición del voto rogado», ese requisito que obliga a los ciudadanos del exterior a solicitar previamente el ejercicio del sufragio.  
4. Eliminar la posibilidad de indultos a condenados por delitos de corrupción política. El PP asegura que no los concede, pero faltaría que la ley lo prohibiera expresamente. 
5. Limitación del ejercicio de responsabilidades de presidente del Gobierno a un máximo de ocho años o dos mandatos, una idea que Ciudadanos quiere implantar para evitar que pueda «perpetuarse» en el poder. Si se aplicara, ésta sería la última legislatura de Mariano Rajoy.
 6. Más transparencia, para lo cual se reclama la creación de una   Comisión de Investigación Parlamentaria sobre «la presunta financiación ilegal del PP» por el «caso Bárcenas».

Hernando y Girauta empiezan a negociar hoy un pacto de investidura

El PP acepta las condiciones de Rivera, que destaca que «han desbloqueado la situación»


A. BARTOLOMÉ - Madrid

La suma de PP y Ciudadanos no otorga los apoyos necesarios para investir a Rajoy y sigue siendo necesaria, al menos, la abstención del PSOE, pero ayer se dio un paso adelante en el intento de formar Gobierno y eludir unas terceras elecciones. Tras la cuarta cita que Mariano Rajoy y Albert Rivera mantenían tras el 26-J y 15 días después de que Ciudadanos se aviniera a un acuerdo con el PP,  el presidente naranja anunció que, con el visto bueno de los populares al pacto anticorrupción, hay vía libre para empezar a cerrar el apoyo de C’s a la investidura de Mariano Rajoy.
Los grupos parlamentarios de PP y de Ciudadanos firmarán hoy el pacto por la regeneración y contra la corrupción, que recoge «literalmente» las seis condiciones que el partido naranja exigía al presidente para empezar a negociar su investidura, con medidas como la reforma electoral, la supresión de aforados o la apertura de una investigación sobre el «caso Bárcenas».
El pacto detallará un plazo en el que tendrá que acometerse cada uno de sus puntos. El documento que ha entregado Ciudadanos al PP estipula que ha de ser de tres meses, empezando a contar desde la presunta reelección del ahora presidente en funciones. 
 Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, portavoces parlamentarios de ambas formaciones, rubricarán a las 11:00 la firma del acuerdo y, a continuación, harán declaraciones a los medios. Los equipos negociadores se sentarán por la tarde para comenzar a hablar de los compromisos que permitirán que los 32 diputados de Ciudadanos acaben votando a favor de la investidura de Rajoy, que cuenta con 137 parlamentarios y el previsible apoyo de uno más por parte de Coalición Canaria, lo que sumaría 170 votos. Con estos números necesitaría seis apoyos más en primera vuelta u once abstenciones en la segunda. 
Albert Rivera no dio detalles sobre quiénes formarán los equipos negociadores y qué temas concretos se abordarán, extremo que tampoco confirmaron fuentes del partido naranja. Sobre la mesa estarán no sólo las medidas de regeneración, sino también sobre educación, sanidad y políticas sociales. Según el presidente de Ciudadanos, el acuerdo de investidura será más parecido a los pactos alcanzados a nivel autonómico –con Cristina Cifuentes en Madrid y con Susana Díaz en Andalucía–, que al pacto suscrito con el PSOE el pasado mes de febrero y que de nada sirvió entonces a Pedro Sánchez en su intento de ser presidente.
 A su juicio, este paso de empezar a negociar con el PP permite desbloquear la situación política española y aleja los terceros comicios: «Si alguien hace cábalas con unas terceras elecciones, que se lo quite de la cabeza, pues lo que hemos hecho ha sido lo contrario, que es desbloquear la situación. Va a haber Gobierno», zanjó.
«Todavía queda mucho camino por recorrer, pero al menos se abre un camino, el único posible que les queda a los españoles. Los españoles ya han tenido suficiente paciencia y es hora de ponerse a trabajar y de hablar de los problemas de los españoles y de cómo podemos solucionarlos», apuntó, informa Ep.
Para Rivera, el resultado de sus reuniones con Rajoy y el hecho   de que haya aceptado sus condiciones anticorrupción y que PP y Ciudadanos vayan a empezar a negociar una investidura, permite que los electores de su partido «puedan estar seguros de que su voto sirve para algo, para desbloquear la situación e impulsar una nueva etapa política». Por todo ello, hizo un nuevo llamamiento al PSOE para que   adopte una «actitud activa» y «altura de miras» para que negocie su abstención en la investidura de Rajoy, ya que considera que es el partido que «puede hacer posible la gobernabilidad».
El presidente de Ciudadanos, que se reafirmó en su oposición a entrar en el Ejecutivo de Rajoy, aseguró que no ha hablado con el   secretario general socialista, Pedro Sánchez, pero remarcó que no le corresponde a él sumar apoyos o abstenciones para la   investidura, sino al candidato propuesto por el Rey, que es Mariano Rajoy. Eso sí, dijo una vez más al PSOE que espera que «reflexione con el sentido de Estado que muchas veces ha demostrado» desde la Transición. «Toca preguntarnos qué podemos hacer por nuestro país», afirmó. Toda la presión está ahora en Ferraz.

Rivera se reúne hoy con Rajoy y espera un «sí» a sus seis puntos

Ciudadanos lamenta los «siete días perdidos» pero mantiene su mano tendida al PP


A. BARTOLOMÉ - Madrid

«Siete días perdidos». El portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, José Manuel Villegas, no ocultó ayer su decepción después de saber que el Comité Ejecutivo Nacional del PP reunido horas antes no había hablado del pacto anticorrupción propuesto por su partido hace una semana. «Para un no debate y un no posicionamiento ante nuestro pacto anticorrupción no hace falta perder siete días», apuntó el número tres del partido naranja.
Villegas lamentó el tiempo malgastado y avisó de que Ciudadanos «no negociará» hasta que el PP acepte –«firme», puntualizó– sus seis condiciones, aunque mostró su confianza en que Mariano Rajoy lo haga hoy durante la reunión que mantendrá en el Congreso con Albert Rivera, una cita no prevista y que saltó ayer a la agenda de un calendario que se agota para despejar la incógnita sobre unas terceras elecciones.
 «El señor Rivera no se va a sentar con el señor Rajoy para empezar a negociar; se va a sentar para que le diga si firma el documento con las seis medidas y si pone fecha al debate de investidura», señaló Villegas, quien advirtió de que si Rajoy no hace esta aclaración «no hay negociación».  Aunque aseguró que «no hay un ultimátum» al PP, insistió en que Rajoy tiene, «por una vez», que tomar decisiones, «mojarse» y aceptar las condiciones que le puso su partido.
Tampoco quiso Villegas decir que se romperían las negociaciones si Rajoy no acepta hoy los requisitos previos pedidos por Ciudadanos. «No podemos romper una negociación que no se ha iniciado. Lo que hemos puesto encima de la mesa son condiciones serias para negociar; en tanto no se cumplan esas condiciones nosotros no nos sentaremos a negociar un posible “sí”, nos mantendremos en la abstención técnica» en segunda votación, subrayó.
José Manuel Villegas admitió la «sorpresa» de su partido al comprobar que el comité ejecutivo nacional del PP no hubiera debatido las condiciones de Ciudadanos, y señaló que esperaban un «posicionamiento claro». Incluso apuntó que en Ciudadanos entendían que en la reunión de la dirección del PP Rajoy iba a someter a debate el documento con las condiciones, algo que además, señaló, «está por escrito en redes sociales», en alusión a la cuenta de Twitter del líder del PP.
 Villegas recalcó que los requisitos puestos sobre la mesa por su partido no son negociables. «Las condiciones previas o se aceptan o se rechazan», dijo.
El dirigente de C’s mostró su extrañeza por el hecho de que Rajoy haya sugerido que quiere consultar con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, la fecha del debate de investidura. Añadió que lo importante es que el líder del PP decida presentarse y ponga fecha, y si para eso tiene que hablar con Sánchez, «él sabrá». Por esta cuestión, en Ciudadanos no se sienten menospreciados porque eso es algo que, en su opinión, «no cabe» en política. 
José Manuel Villegas consideró que el debate de investidura debería celebrarse antes de que se inicie la campaña electoral para los comicios autonómicos de Galicia y el País Vasco, informa Efe.

Sánchez reaparece para reafirmar el «no» del PSOE

Reúne a la Ejecutiva del partido y a la dirección del PSOE en el Congreso quince días después de su último acto público para insistir en su negativa a la investidura de Rajoy 

 A. BARTOLOMÉ - Madrid

Parafraseando al líder socialista, por si alguien aún no ha entendido que «no es no» o determinada «parte del no», el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reunirá hoy a la Comisión Permanente del partido y a la dirección del Grupo Socialista para reafirmar la decisión del Comité Federal del pasado 9 de julio de votar en contra de la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. 
La última vez que Sánchez compareció en público fue el pasado 2 de agosto, con motivo de la reunión con Rajoy en el Congreso de los Diputados, al término de la cual ofreció una rueda de prensa. Quince días después, el líder de los socialistas retoma su actividad justo en el momento en que más cerca se encuentran PP y Ciudadanos de un acuerdo que ponga fin a un bloqueo que tiene en vilo al ciudadano de a pie desde hace meses.  
La reunión de la cúpula del PSOE coincidirá de hecho con el Comité Ejecutivo del PP, que debe decidir si acepta las condiciones que exige Albert Rivera para negociar el apoyo del partido naranja a la investidura de Rajoy. Para que ello sea posible el camino más fácil pasa por la abstención de los socialistas, pero la negativa de su secretario general no parece negociable. El PP, no obstante, mantiene la presión. El número tres de Génova, Fernando Martínez-Maillo, insistía ayer en que «se necesita» al PSOE «para que haya una investidura que sirva para elegir a un presidente» y criticó a los socialistas por estar «más empeñados» en que la investidura de Rajoy sea fallida que en que haya nuevo Gobierno.
 A la reunión del PSOE se ha convocado a la Comisión Permanente, compuesta por los miembros de la Ejecutiva Federal que se ocupan de un área determinada, y a la dirección del Grupo Socialista que encabeza el portavoz parlamentario, Antonio Hernando. Se trata, pues, de dirigentes del núcleo de confianza del secretario general, y no están convocados a la cita ni los vocales de la Ejecutiva Federal ni el conjunto de los diputados del PSOE.    
Al igual que hizo en su último encuentro con Rajoy, Pedro Sánchez insistirá en que el líder de los populares busque el acuerdo «en las derechas» del Congreso de los Diputados –Ciudadanos, Coalición Canaria y PNV– y, una vez más, acallará a los barones socialistas críticos con la decisión de asfixiar cualquier opción que permita que haya un Gobierno ya, aunque eso signifique mantener en La Moncloa a su actual inquilino. Voces del partido como el extremeño Guillermo Fernández Vara, el aragonés Javier Lambán o el asturiano Pedro Sanjurjo (presidente del Parlamento autonómico) han sugerido la conveniencia de reabrir el debate sobre la posición del PSOE. Ninguno de ellos está convocado a la reunión de este miércoles. 
Su postura cuenta con el significativo respaldo de los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, también a favor de facilitar una salida al atolladero político. González reclamó hace unos días al PSOE que deje a Mariano Rajoy formar un Ejecutivo aunque «no lo merece», al considerar que el presidente en funciones «no ha hecho nada» por intentarlo. El veterano líder socialista defendió que España «no se merece» estar sin Gobierno y apeló al «liderazgo social» y a la «responsabilidad» de Estado. Por su parte, Zapatero defendió que el PSOE «debe» tener «un proceso de diálogo interno» para tomar una decisión sobre la formación de un Ejecutivo que aúne «el máximo consenso posible» y avisó de que volver a las urnas sería «muy, muy inconveniente y muy negativo».
Ajeno a la presión, el máximo responsable de Ferraz cree que los barones no forzarán la situación convocando un Comité Federal para desautorizarle y buscar la abstención. Es más, lejos de salir de su enrocamiento, Sánchez y su equipo no descartan presentarse como alternativa si Mariano Rajoy fracasa en su intento. Como en ocasiones anteriores, desde Podemos e Izquierda Unida se alienta al PSOE a buscar esa alternativa progresista a Rajoy alegando que ambos partidos más algunas formaciones territoriales suman más diputados que los de PP y Ciudadanos. 
Con la vista en esa investidura fallida hasta el momento, en la reunión de los socialistas se redoblará la presión para que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, desvele la fecha del debate para designar presidente, ya que el PSOE sostiene que, una vez   aceptado el encargo del Rey, Mariano Rajoy no puede eludir esa cita   parlamentaria.
Según han informado a Efe fuentes del Partido Socialista, se da por hecho que el líder de los populares saldrá hoy de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional con una fecha para la sesión de investidura. Previendo ese inminente escenario, en su cita con la Ejecutiva y la dirección del grupo parlamentario socialista, Pedro Sánchez preparará  «los mimbres» de su discurso para la decisiva jornada en la Cámara Baja.
Por su parte, más de dos semanas después de ser designado formalmente candidato a la investidura, Rajoy sigue insistiendo en que sólo acudirá al debate si tiene votos suficientes. El PP volvió a respaldar ayer ese argumento: «La investidura no está hecha para un voto  negativo», señaló el secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro.  
Mientras, Ana Pastor, que tiene pendiente convocar sendas reuniones de la Mesa del Congreso y de la Diputación Permanente para esta semana, volvió a negarse a dar fechas. «Seguimos trabajando», se limitó a decir a los periodistas.

lunes, 4 de julio de 2016

Podemos pierde más de 200.000 euros por olvidar el plazo de una subvención


Las fundaciones de PP y PSOE se llevan más de 740.000 para cooperación internacional


A. Bartolomé

El Boletín Oficial del Estado (BOE) acaba de hacer públicas las ayudas del Ministerio de Asuntos Exteriores a las fundaciones de los partidos políticos. De nuevo es FAES –del Partido Popular– la que más dinero recibe (458.686 euros), seguida de la Fundación Pablo Iglesias, del PSOE (282.000), mientras que las fundaciones de las dos formaciones que les siguen en escaños, Podemos y Ciudadanos, no aparecen en el reparto. Porque se les olvidó pedir las ayudas en el primer caso y no las solicitaron en el segundo.
Catdem (de Convergència) y la fundación de Coalición Canaria tampoco figuran en la lista de las ayudas públicas para programas de cooperación internacional. Ni En Marea, BCN en Comú y Compromís, ya que no tienen fundaciones asociadas. Sólo ocho fundaciones se llevan estas subvenciones: las de PP, PSOE, PSC, PNV, ERC, IU, EU i Alternativa y EA.
Del total de 785.056,56 euros repartidos, PP y PSOE suman más de 740.000. Esto es, se llevan más del 94% del total (58% para el PP y 36% para el PSOE). El resto van desde los alrededor de 15.000 a las fundaciones de PNV y PSC hasta los 900 para EA, pasando por los 7.740 de ERC, 4.140 de IU y 2.520 euros para EU i Alternativa.
Las grandes cifras que perciben los dos partidos mayoritarios son comprensibles si se tienen en cuenta los baremos para el reparto. Uno de ellos es el número de escaños obtenidos en el Congreso. El otro es una valoración técnica sobre 100 puntos que califica la calidad de los programas presentados por las fundaciones y se multiplica por el número de escaños del partido al que están vinculadas.
Podemos y Ciudadanos, que cuentan con sendas fundaciones –Instituto 25 de Mayo para la Democracia y Fundación Tribuna Cívica– no están en este BOE porque no optaron a las ayudas. Cumplen con los requisitos para ello, porque ambos organismos estaban constituidos de forma oficial y pertenecían a partidos con representación parlamentaria en el ámbito estatal en el momento de producirse la convocatoria, el pasado abril.
Podemos, aunque se desvincula de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), estuvo ligado en sus orígenes a este organismo, que recibió 7 millones de euros de la Venezuela de Hugo Chávez, aunque los morados sólo admitieron haber cobrado 3,9 millones entre 2003 y 2011.
La única fundación que reconoce el partido de Pablo Iglesias es el Instituto 25 de Mayo para la Democracia, que se nutre «con microfinanciación ciudadana» y cuenta además con ayuda del grupo parlamentario europeo, según fuentes de la formación morada. Podemos reconoce que percibe una subvención «por funcionamiento ordinario» y que «no participa en esa financiación por cooperación», pero este periódico ha sabido que la ayuda no se percibirá porque se olvidaron de pedirla y expiró el plazo para hacerlo. De haberlo hecho, y teniendo en cuenta sus escaños tras el 20-D y una valoración similar a la del PSOE, podría haber percibido más de 200.000 euros.
A esta convocatoria, FAES presentó cuatro programas: «Para la consolidación de procesos democráticos y del Estado de Derecho»; «para el fortalecimiento de los partidos políticos en los países en desarrollo»; «para la promoción de reformas políticas y económicas en los países en desarrollo» y de «divulgación de los valores de la cooperación internacional entre los países donantes». Los proyectos sumaron 68,5 puntos.
La Fundación Pablo Iglesias probó suerte con tres: «De promoción de la democracia»; «de consolidación de los sistemas de partidos políticos» y de «jornadas, estudios y conferencias internacionales». El PSOE mereció 70 puntos. Por su parte, la Fundación por la Europa de los Ciudadanos (IU) aportó un programa sobre «la encrucijada de la cooperación internacional y española. El futuro de la cooperación para la transformación social» que recibió 68 puntos. La Fundación Sabino Arana, del PNV, hizo lo propio con «IX Diálogos de Bilbao: nuevos espacios y nuevos actores en América Latina» y «cambio de paradigma de la cooperación internacional para el desarrollo». El PSC, a través de la Fundación Rafael Campalans, dio a conocer la «VI edición del foro político progresista euromediterráneo».
Mientras, la Fundación Josep Irla, de ERC, presentó el «intercambio para el fortalecimiento del sistema democrático internacional».
Por último, la Fundación Alkartasuna (EA), quiso participar con la «reconstrucción de la memoria de las víctimas en el departamento atlántico».

miércoles, 15 de junio de 2016

C’s mantiene como afiliados a militantes que se han dado de baja

Muchos de ellos siguen recibiendo sus cuotas e información corporativa tras la renuncia

A. BARTOLOMÉ - Madrid
Afiliados de Ciudadanos que han pedido su baja desde hace al menos ocho meses siguen recibiendo los cargos bancarios y la información corporativa del partido, pese a haber solicitado su marcha  e incluso haber devuelto los recibos de su cuota de forma sistemática. Los estatutos del partido naranja obligan a la baja «automática» a los seis meses de impago, pero es una situación que este periódico ha podido comprobar en la provincia de Valladolid –donde alrededor del 50% de la militancia no sería tal– y que afectaría a las nueve provincias de Castilla y León y también a nivel nacional, en cuyo caso las fuentes a las que ha accedido LA RAZÓN estiman en un tercio los miembros de Ciudadanos que han dado el paso para no seguir siéndolo con nulo resultado.
Hay ejemplos llevados al límite en una agrupación castellanoleonesa en la que hace más de un año que se están devolviendo recibos de la cuota de afiliado y también en Madrid, donde hay tres expulsados a los que se sigue girando el correspondiente adeudo, según el testimonio aportado por un tesorero de la formación naranja.
Se trata de una práctica irregular que significaría que no se ajustan a la realidad las cifras de militantes –un total de 32.514 en toda España a primeros de abril, según estiman fuentes del propio partido– o que Ciudadanos no cuenta con infraestructura suficiente para solventar con eficacia su burocracia interna, en la interpretación más benévola. Interpelado al respecto el partido, desde Organización señalaron a este diario que es «imposible» que un militante que haya pedido la baja al correo electrónico de afiliaciones pueda recibir las domiciliaciones durante un periodo de tiempo tan prolongado.
Esta anomalía permite además a la formación que lidera Albert Rivera seguir en contacto con quienes no desean ya militar en sus filas, a los que se sigue enviando información corporativa a través de un canal abierto con la militancia que deja abierta la puerta a una posible «repesca» para la causa naranja. Los renegados siguen así recibiendo en sus correos comunicados, convocatorias o, como en uno de los últimos envíos, la lista de los candidatos al Congreso y al Senado para el 26 de junio.
Es el caso de una (ex) afiliada de Ciudadanos que ha devuelto todas sus cuotas desde septiembre de 2015. Formaba parte de la Junta Directiva de C’s en Valladolid que dimitió en bloque –siete personas en total– el pasado mes de noviembre. Justo en ese momento decidió devolver el recibo en curso –el de ese mes y el de diciembre, pues son de carácter bimensual– pero también el anterior, correspondiente a septiembre y octubre. Todos por valor de 10 euros, el mínimo que se puede aportar.
Desencantados con el proyecto naranja, en su familia también optaron por darse de baja su marido y dos de sus hijas. A excepción de una de las jóvenes, todos han seguido recibiendo información del partido como si nada hubiera ocurrido. Desde la agrupación de Valladolid o bien desde la sede central en Barcelona. Y también las cuotas, pues el banco ha seguido cargando el adeudo correspondiente cada dos meses, lo que ha motivado una reiterada orden de devolución. Con tres recibos no satisfechos ya hay lugar para la expulsión. El primero devuelto, en octubre, corresponde a ese mes y al anterior.
Entre los correos llegados no falta información sobre actividades, carpas, reuniones y todo tipo de eventos del partido. Así, la ex de Ciudadanos y otros en su misma situación han recibido la reciente convocatoria para una reunión que hubo en la capital vallisoletana con la finalidad de preparar la campaña electoral para el 26-J. El «formato elegido» fue una «simulación de interpelaciones». En la nota se les pedía que llevaran afiliados y que contactaran con simpatizantes que sumar a la causa. En los últimos comunicados se les solicitaba ayuda para buscar «conductores para la furgoneta» de campaña, apoderados y que rebotaran mensajes de apoyo a Ciudadanos desde Twitter y Facebook con la etiqueta #CsTeam.
Hay situaciones idénticas que se remontan a más de medio año, cuando los estatutos de Ciudadanos establecen que a los seis meses de impago de las cuotas, la baja debe ser «automática». Fuentes de Organización de Ciudadanos reconocen que ése es efectivamente el plazo, pero que a día de hoy todos los informes de baja están tramitados y no hay nadie en la situación que se denuncia. Respecto a por qué los afectados siguen recibiendo información desde el partido, lo achacan a que se hayan dado de baja como afiliados pero no como simpatizantes. Pero la Ley de Protección de Datos prohíbe expresamente que se usen los datos de las listas de simpatizantes, y ése es precisamente el motivo por el que en esas comunicaciones se pide a los afiliados que contacten con los seguidores que conozcan.
En definitiva, todo aquel que esté recibiendo comunicados de Ciudadanos es porque tiene que estar dado de alta en la página de afiliados. Si los simpatizantes asisten a algún acto de partido es porque se han enterado en las agrupaciones o a través de las redes sociales, pero en ningún caso puede ser el propio partido quien contacte directamente con ellos.


«INTROMISIONES Y FALTA DE DEMOCRACIA»


Tenerife, Valencia, Cáceres, Badajoz, La Coruña, Santander, en menor medida en Cataluña, pero también en Aragón y en Madrid: los desencantados de C’s están por toda España. Parte de los casos los protagonizan miembros de la plataforma de opinión Movimiento Ciudadano Castilla y León, que engrosaron las filas de C’s en Pucela hace dos años con un centenar de personas –entre afiliados y simpatizantes– y han roto con el proyecto naranja por las «intromisiones, la falta de democracia», las «listas a dedo» y por «no cumplirse el ideario». Se sumaron «convencidos» del proyecto, pero renegaron al sentirse «engañados» por «un partido empeñado en hacer lo contrario de lo que dice su ideario». Son especialmente críticos con el incumplimiento del procedimiento de listas abiertas para elegir candidatos, pero también con la decisión de la supresión de las diputaciones.



RECIBOS DEVUELTOS. Este listado corresponde a tres afiliadas. Debajo, un recibo devuelto por otro afectado



A las bandejas de correo de quienes han desistido de abonar sus cuotas siguen llegando comunicados y convocatorias que sólo deberían ser para quienes están al corriente de pago con el partido

jueves, 2 de junio de 2016

Ciudadanos se «desmorona» a un mes de las elecciones

Las dimisiones en Castilla-La Mancha y Galicia, últimos ejemplos de la crisis en el partido


26 de mayo de 2016. 03:07h
Andrés Bartolomé

Murcia, Jaén, Badajoz, Valladolid, Madrid, La Coruña... Las dimisiones que evidencian que algo no va bien en Ciudadanos se extienden por el mapa de España desde hace meses y el goteo amenaza con desbordamiento. El problema no es nuevo y hay ejemplos anteriores a las elecciones del pasado 20 de diciembre, pero los sucesos posteriores y los pasos y las decisiones tomadas por la dirección del partido tras los comicios no han gustado a un amplio sector de militantes. Las «incongruencias con el ideario» están en la base de la rebelión interna, según testimonios recabados por este periódico.
El último ejemplo se vivió ayer en Ciudadanos de Castilla-La Mancha, cuyo delegado territorial dimitió de su cargo por discrepancias con la formación, pero hay territorios como Cantabria –donde la elección de Félix Álvarez, «Felisuco», ha caído como un jarro de agua fría–, donde los descontentos lo están demostrando dándose de baja como afiliados, según le consta a LA RAZÓN.
En Castilla-La Mancha, al coordinador y parlamentario en la Diputación de Toledo, Antonio López, le ha acompañado el hasta ahora portavoz de la formación a nivel regional y concejal en el Ayuntamiento de la Ciudad Imperial, Esteban Paños, que deja la portavocía. Le sustituirá Orlena de Miguel, diputada nacional en la pasada legislatura por Guadalajara. Así lo confirmó el propio Paños, quien precisó que ha sido el partido quien ha decidido el relevo. El nuevo delegado regional será nombrado desde Madrid.
Desde Ciudadanos han precisado que la dimisión de López, que afecta sólo a su cargo en la formación –no renuncia a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Illescas ni a su condición de diputado en la institución provincial–, la comunicó el lunes al secretario de Organización, Fran Hervías. Según el partido naranja, López no estaba de acuerdo con algunas actuaciones de C’s a nivel nacional que afectan directamente a Castilla-La Mancha.
En Galicia se ahonda también la grieta de los naranjas. La decisión de la dirección nacional de retirar al candidato elegido mediante primarias para los comicios del pasado diciembre por La Coruña, el abogado Antonio Rodríguez, y la imposición «a dedo», el sábado, de un nuevo aspirante, José Canedo, ha derivado en la dimisión en bloque de ocho miembros de las juntas directivas de C’s: tres en Ames y cinco en La Coruña. Otras dos ejecutivas, las de Cambre y Oleiros, pueden ser las siguientes.
En abril, las vicisitudes se extendieron a municipios como Piélagos (Cantabria), donde dimitieron dos concejales, y en febrero lo hizo el único edil naranja en Torredelcampo (Jaén). También ha habido dimisiones por casos de corrupción como las vividas en Aragón y La Rioja, donde dos cargos de Ciudadanos se fueron salpicados por los «papeles de Panamá». O tensiones internas aún en desarrollo en Murcia, por un caso de facturas falsas. En Madrid, la dimisión de Eva Borox en marzo ya había dejado secuelas el año pasado con la marcha de Pedro Núñez Morgades, crítico con las sospechas sobre las relaciones de su compañera con la «trama Púnica».
Pero las desavenencias por la «falta de democracia interna» son la tónica. Fue el motivo esgrimido por la Junta Directiva de Valladolid, el pasado noviembre, antes de dar la espantada en bloque por la «inexistente participación de los afiliados». Hay malestar por la forma en que C’s se conduce. «Nada he encontrado en Ciudadanos de la regeneración política que propugnan», dijo en su marcha hace un año el líder del partido en Badajoz, Antonio Manzano. Ésa parecer ser la raíz del problema.

España obliga a que Reino Unido rectifique un tuit sobre Cataluña

El embajador deja claro a Junqueras el estatus de comunidad autónoma


20 de mayo de 2016. 02:12h
Andrés Bartolomé

El embajador británico en España, Simon Manley, tuvo hace dos días una reunión con Oriol Junqueras de la que el diplomático, activo tuitero, dio cuenta en la red social con esta frase: «Un placer reunirme (de nuevo) con Junqueras, vicepresidente del Govern, para hablar sobre la relación económica entre RU y CAT». El texto se prestaba a interpretaciones respecto al trato que el máximo representante británico en España estaba dando a la comunidad autónoma catalana. Y el aludido no tardó en responder: «Ciertamente, Simon Manley, ha sido un placer reunirnos para hablar sobre la relación que tenemos y tendremos entre RU y Cataluña». El Ministerio de Asuntos Exteriores consideró que era necesario un gesto que evitara malentendidos entre Reino Unido y España, máxime teniendo en cuenta el acuerdo tácito que existe entre ambas naciones respecto a Escocia por parte de Madrid y hacia el desafío de Cataluña desde Londres.
El secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Eguidazu, se puso en contacto con el embajador británico, Simon Manley, y el diplomático pidió disculpas por el malestar que había podido causar. Pero era necesario que la postura hacia el independentismo catalán fuera clara y se hiciera pública, y así se lo hizo saber Eguidazu. Sobre las 16:30, el secretario de Estado llamó de nuevo al embajador británico para reiterarle que rectificara.
Hacia la misma hora, el ministro español, José Manuel García-Margallo, se encontraba en la reunión ministerial de Asuntos Exteriores de la OTAN junto a su homólogo británico, Philip Hammond, y ambos mantuvieron una conversación sobre este asunto. Hammond le expresó al ministro que su apoyo sigue siendo el mismo y que hablaría inmediatamente con el embajador en Madrid para que hiciera un gesto evidente que zanjara cualquier duda. El británico manifestó a García-Margallo que su postura sobre este tema es clarísima y que apoya a España de forma rotunda, respaldo que el ministro de Exteriores español agradeció a su homólogo inglés.
Poco después, el embajador británico, Simon Manley, lanzó un tuit en el que respondía a Oriol Junqueras con un mensaje que no dejaba resquicio a duda alguna respecto al estatus de Cataluña: «Valoramos las relaciones que tenemos con todas las comunidades autónomas».
No es la primera vez que existe alguna desavenencia con el embajador británico. En fechas recientes, Simon Manley felicitó a Gibraltar por su ingreso en la FIFA.
El pasado mes de marzo, el embajador visitó Cataluña. Se reunió en Barcelona con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pero también con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y con el presidente del grupo parlamentario, el popular Xavier García Albiol. Luego vio el Barça-Arsenal. Y lo contó todo a través de Twitter.

Franco y Hitler, protagonistas en las fiestas de Guadamur

Proyectan imágenes del dictador español y del alemán durante las IX Jornadas Visigodas de la localidad toledana


17 de mayo de 2016. 02:08h Andrés Bartolomé

Sábado por la noche. Dos mil personas asisten al espectáculo «Lux Gothorum» dentro de las IX Jornadas Visigodas, ante al castillo de Guadamur (Toledo). Es el tercer año que se recuerda la historia del Tesoro de Guarrazar y esta vez se va a narrar cómo se recuperaron las históricas piezas en 1944, tras una negociación de la dictadura franquista con el Gobierno de Vichy, bajo el control de la Alemania nazi. Sobre los muros aparecen las figuras de Franco, el mariscal Petain, Hitler y Himmler, comandante en jefe de las SS durante el régimen nazi. «Yo misma me quedé sorprendida», dice la alcaldesa, Sagrario Gutiérrez, al habla ayer con este periódico, cuando el evento había generado gran polémica y llevado al consistorio a «pedir disculpas a cuantos puedan haberse sentido ofendidos».«Son imágenes torpemente seleccionadas para ilustrar un hecho histórico», reconoce Gutiérrez, regidora de la localidad por el PP desde 1999. Los autores del documental son dos vecinos –propietarios de la empresa Hermanos Amador y David Cuartero–, y los textos fueron obra de Pedro Alonso, un documentalista del pueblo. Se encuentran «destrozados», según la alcaldesa. «No pretendían hacer ningún daño y, desde luego, no se les puede acusar de intención nazi o filonazi», afirma, «sólo de falta de pericia o desconocimiento», porque «el dueño del castillo, que generosamente nos cede el espacio, es judío», apunta.
Los creadores del vídeo han dicho además en su descargo que vieron en el programa de televisión «Cuarto Milenio» imágenes parecidas para ilustrar la recuperación del tesoro, que había sido vendido a Francia por Isabel II, «y entonces no pasó nada».
Consciente de que el Ayuntamiento es responsable como patrocinador, la regidora dice no haber visto antes la grabación porque se fiaba de sus responsables, ya que en las dos jornadas medievales anteriores habían quedado muy satisfechos con el trabajo de los guadamureños.
Sagrario Gutiérrez opina que «se quiere hacer un tema político y no lo es». Dice tener «la conciencia muy tranquila. Aquí saben quién soy yo y quiénes somos todos».
Ante el escándalo en las redes sociales, el vídeo fue retirado de Youtube la noche del domingo. «El asunto queda zanjado y aclarado aquí», afirma la alcaldesa, aunque PP, PSOE e IU en Castilla-La Mancha han lamentado y criticado con dureza lo sucedido.
Así, los portavoces de PP y PSOE en las Cortes, Francisco Cañizares y Blanca Fernández, respectivamente, comentaron el contenido del vídeo en sendas ruedas de prensa ofrecidas ayer en el Parlamento autonómico, mientras que IU remitió un comunicado para denunciar el hecho, informa Efe.
Cañizares lamentó que se introdujeran las imágenes de Franco y de Himmler porque no aportaban nada para conocer la historia de cómo se produjo la vuelta a España del Tesoro de Guarrazar, que era el objetivo final del audiovisual. A su modo de ver, se podía haber escenificado de «una forma más lógica».
Por su parte, Blanca Fernández indicó que la proyección de las imágenes de Franco y Himmler es un hecho que hay que investigar, aunque su primera impresión «es que pone la piel de gallina y los pelos de punta». La diputada apostó por investigar en qué contexto aparecen «y si se hizo una loa o no a estos personajes sanguinarios, pero no parece que cuadre mucho que aparezcan en un vídeo de este tipo», concluyó.
Además, IU manifestó su indignación y confió en que se clarifiquen las circunstancias que han rodeado lo sucedido, toda vez que «estas imágenes no se hacían en un contexto de denuncia de dichos regímenes totalitarios, el franquista y el nazi». IU también aludió a otras escenas o momentos del espectáculo de luz y sonido donde se habla de «la pericia de Franco» en una frase sobre la II Guerra Mundial, unas imágenes que «deberían recibir la condena y que, según parece, no es lo que la proyección podría motivar».
Por su parte, la Diputación de Toledo ha decidido suspender el convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Guadamur para la celebración de las Jornadas Visigodas mientras se aclaran las circunstancias sobre el contenido de la proyección del espectáculo de luz y sonido.
Guadamur, uno de los puntales del PP en la provincia de Toledo, fue la primera localidad en declarar «persona muy grata» a Mariano Rajoy después de que Pontevedra lo nombrase «persona non grata».

martes, 8 de marzo de 2016

«Ni antes ni después, pero sí ahora»


  • Los líderes de PSOE, Podemos y Ciudadanos han cruzado descalificaciones durante meses
  • Negaron toda posibilidad de un acuerdo que ahora ven factible para la investidura de Pedro Sánchez

  • 19 de febrero de 2016. 01:56h
    A. Bartolomé. Madrid

    En el juego de la política es un clásico el «donde dije digo digo Diego», pero los tres partidos que –ante la retirada “estratégica” de Mariano Rajoy– dirimen ahora la investidura del Gobierno para Pedro Sánchez, han cumplido más de un año de acusaciones que han pasado a matices o, directamente, al trágala cuando han avistado la moqueta del poder.
    Y es que PSOE, Podemos y Ciudadanos han abdicado de casi todo entre ellos para cambiar después de opiniónLa hemeroteca puede ser cruel, pero está ahí para certificar la evidencia. Así, el propio Pedro Sánchez ha afirmado por activa y por pasiva una cosa para luego hacer justo la contraria. Especial hincapié hizo en poner coto a una eventual alianza con quienes se vislumbran como hipotéticos socios de Gobierno: Ciudadanos y Podemos, eso sí, cada uno por separado, porque ni Albert Rivera ni Pablo Iglesias son compatibles.
    Entre las perlas que el líder socialista ha dedicado a la formación naranja está su afirmación de que «son las Nuevas Generaciones del Partido Popular» o que su credo es «igual que la fórmula de Rajoy». Otro de sus mantras favoritos en otro tiempo era «ni morado ni naranja», en alusión no sólo a C’s sino también a Podemos, letanía que pudo escuchársele en un mitin electoral, en el Foro Nueva Economía o ante los micrófonos de Onda Cero.
    Sobre el partido podemita, Pedro Sánchez guarda también un buen surtido de dedicatorias y declaraciones de intenciones con fecha de caducidad. En septiembre de 2014, a Carmen Lomana le dijo en Antena 3 que «ni antes ni después el Partido Socialista va a pactar con el populismo», y ante la incredulidad de la entrevistadora, remarcaba: «No pactará [el PSOE] con el populismo». Sólo unos días antes había asegurado su deseo de no aliarse «con el populismo porque es el camino de la Venezuela de Chávez».
    A lo largo de otras intervenciones, Sánchez ha sido reincidente: «Nosotros, ni PP ni populismos»; «vamos a empezar a plantar cara a una derecha y a un populismo, sí, a un populismo (...)», o, como afirmó rotundo en RNE: «Ya le he dicho que con el populismo no vamos a pactar ni antes ni durante ni después», entrevista en la que, cuestionado por su estrategia en los ayuntamientos –antes de las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo–, su voz volvió a sonar como un eco: «Le estoy diciendo que ni antes ni durante ni después».
    En este recordatorio también hay aportaciones sobre Ciudadanos del secretario de Organización del PSOE, César Luena –«El señor Rivera y Ciudadanos es (sic) un partido de derechas»– y, especialmente, de Carme Chacón, secretaria de Relaciones Internacionales socialista. «Vienen estos otros de naranja a todavía peor»; «son igual que el PP pero con 20 años menos»; «ni azul ni naranja, la derecha para casa», son algunas de las citas de la ex ministra sobre los de Rivera. Ahora matiza que «hay cosas en las que no me voy a poder entender ni con Ciudadanos ni con Podemos, pero tendremos que ir no a los programas máximos de cada uno sino poner la lupa sobre aquello que nos une».
    En cuanto a Pablo Iglesias, puso el listón muy alto el pasado verano cuando dijo aquello de que «no estaría dispuesto a formar parte de un Gobierno que no presidiera». Precisamente quien ahora se postula como vicepresidente y elige carteras ministeriales, el 28 diciembre defendía que «estas elecciones nos empujan hacia nueva transición política y para nosotros no toca hablar de sillones, sino de España y de los problemas de los ciudadanos».
    Y si hoy día repudia al partido de Albert Rivera, en octubre pasado Iglesias coqueteaba con la idea de un pacto de investidura con Ciudadanos y el PSOE. «Ciudadanos tiene cosas nuevas y cosas viejas. En las nuevas nos podremos poner de acuerdo y sería bueno para el país», afirmaba.
    Antes del 24-M, el líder podemita aseguraba además que los socialistas estaban «podridos» por las luchas internas, mientras que Pedro Sánchez tachaba a la formación morada de ser el partido «no sabemos». El mismo Sánchez que ha declarado sin tapujos: «Soy un político que hace lo que dice».
    Por su parte, Albert Rivera se cansó de proclamarlo en diversos mítines e intervenciones en medios de comunicación antes de las elecciones del 20 de diciembre: «No vamos a apoyar ni a Sánchez ni a Rajoy, no vamos a entrar en acuerdos ni gobiernos con el Partido Socialista»; «no les vamos a apoyar»; «no vamos a participar del apoyo del PSOE» y «no apoyaremos la investidura ni el proyecto de Sánchez». Posteriormente, en el programa «El Hormiguero» de Antena 3, el líder de Ciudadanos insistía en los mismos términos: «No apoyaremos la investidura ni el proyecto de Sánchez», y ante las dudas del presentador, Pablo Motos, repetía: «No apoyaré a Rajoy ni a Pedro Sánchez». Extrañado, el conductor del espacio le preguntaba: «¿Estás seguro de que no te vas a tener que comer estas palabras?». El líder naranja contestaba así: «A nivel político y a nivel personal ponte en la situación de tener que participar en un Gobierno en el que no crees con un presidente en el que no confías». En otro momento del programa, el aludido era cuestionado de nuevo sobre una hipotética alianza con los de Ferraz. Y por si quedaba alguna duda, replicaba: «No, no, no, que no, que no; no».
    El pasado día 1, Albert Rivera, que asistía impertérrito en el programa «Al Rojo Vivo» de laSexta a toda una retahíla de negaciones propias en el pasado, echaba balones fuera. «Si cogemos todos los cortes no hace falta que nos sentemos a hablar de nada, como en la Transición. Nos vamos a un país directamente sin Gobierno y un país sin Parlamento». Un Rivera que ante la probable tesitura de votar ahora a favor de la investidura de Pedro Sánchez, lo achaca a «la excepcionalidad del momento que está viviendo España».

    Las frases

    Pedro Sánchez

    «Ni antes ni después el Partido Socialista va a pactar con el populismo»
    «No nos aliaremos con el populismo porque es el camino de la Venezuela de Chávez»
    «Nosotros, ni PP ni populismos»
    «Con el populismo no vamos a pactar ni antes ni durante ni después»
    Carme Chacón

    «Vienen estos otros de naranja a todavía peor»
    «Son igual que el PP pero con 20 años menos»
    «Ni azul ni naranja, la derecha para casa»
    Pablo Iglesias

    «No estaría dispuesto a formar parte de un Gobierno que no presidiera»
    «Para nosotros no toca hablar de sillones»
    «Los socialistas están podridos por las luchas internas»
    «Ciudadanos tiene cosas nuevas y cosas viejas. En las nuevas nos podremos poner de acuerdo y sería bueno para el país»
    Albert Rivera

    «No apoyaremos la investidura ni el proyecto de Sánchez»
    «Si votamos a Sánchez será por la excepcionalidad del momento que está viviendo España»


    Leer más:  «Ni antes ni después, pero sí ahora»  http://www.larazon.es/espana/ni-antes-ni-despues-pero-si-ahora-CB11980165#Ttt1wwaNQm9mn3Wc