jueves, 9 de octubre de 2014

El «senador Torrente»

Internet bautiza al parlamentario socialista tras su altercado en Madrid 

El PP de La Gomera dice que son habituales las «salidas de tono» de Curbelo


Andrés Bartolomé. 17/07/2011


MADRID- Difícil saber qué pasaría por la cabeza de Casimiro Curbelo, presidente del Cabildo de la Gomera y senador socialista, cuando participó el viernes en la procesión de Playa de Santiago en Alajeró, un pueblo de pescadores al sur de la isla. «Como si nada hubiese pasado», explica Javier Trujillo, portavoz del Grupo Popular en el concejo isleño.
Lo que media entre esa escena y lo sucedido en la madrugada del jueves en Madrid es un episodio que está en los mentideros de toda España: un senador del PSOE, detenido junto a su hijo tras protagonizar un bochornoso incidente en una sauna de los bajos de la madrileña calle Orense. Alcohol, prostitutas y abuso de autoridad es un cóctel demasiado explosivo como para no terminar estallando en forma de apelativo que no tardó en circular por la red de redes: el «senador Torrente» fue bautizado Curbelo en internet, haciendo un símil con el protagonista de la saga cinematográfica del popular personaje de Santiago Segura.

El colmo de la indignación para sus paisanos, ya de por sí bastante «avergonzados», en palabras de Trujillo. «Ésos no somos los gomeros», apunta el portavoz popular,«esto es una isla pequeña, de gente humilde, trabajadora, sencilla, y estamos muy disgustados». La repercusión que está teniendo estos días La Gomera en la prensa y la televisión tampoco ha sentado nada bien. «Eso no nos define, no nos sentimos representados por alguien así», insiste.
Respecto a lo ocurrido, asegura que «de ser cierto lo que están contando los medios, es inmoral», aunque Javier Trujillo prefiere obviar las cuestiones personales y apunta directamente a «lo político». Y en este sentido, el PP ha solicitado un Pleno para exigir explicaciones, así como la creación de una comisión de investigación y la dimisión inmediata de Curbelo de todos sus cargos «hasta que se clarifiquen los hechos», lo que el PSOE ha rechazado.
Al portavoz del PP en el Cabildo insular no le sorprende la actitud del político socialista en el episodio madrileño. «Aquí son habituales sus salidas de tono desde una posición de poder», asegura, «aunque nunca con las Fuerzas de Seguridad del Estado», explica en referencia a los comentarios supuestamente despectivos hacia los policías que se las vieron con el senador, su hijo y un amigo de éste. Trujillo dice que «la gravedad y trascendencia [de los hechos] nos parece increíble».
El político canario recuerda un episodio similar vivido en 1993, cuando el entonces delegado del
Gobierno socialista en La Gomera, Benjamín Trujillo, fue obligado a dimitir por el PSOE tras asistir en estado de embriaguez a un acto del PP. Trujillo reclama ahora a los socialistas «la misma vara de medir» y «que demuestren que son serios».
Sobre el episodio, el presidente del PP de Canarias, José Manuel Soria, aseguraba ayer a este periódico que «cada uno en su vida privada puede hacer lo que estime oportuno, sea cual sea el lugar o la hora, en eso no me meto; ahora bien, lo que no debe hacer una persona con una responsabilidad pública es tener un trato como el que [Curbelo] tuvo con la Policía, mucho menos si se trata de un senador».
El grupo territorial de senadores canarios del Partido Popular ha pedido también su dimisión. Mientras, siguen conociéndose detalles de la incursión nocturna del parlamentario del PSOE y sus acompañantes. El trabajador de la sauna donde se produjo el altercado ha testificado que tanto Curbelo como su hijo y un amigo entraron con actitud «chulesca, agresiva y grosera», sobre todo hacia las señoritas que trabajan en el local. «Yo me meo en las putas, yo no pago a las putas», dice que pronunció el detenido. Y a los policías, según el atestado, les soltó: «Maricones, voy a tener el mejor abogado. Os habéis arruinado la vida por detenernos». Al más puro estilo de José Luis Torrente.