sábado, 20 de agosto de 2016

PP y C’s firman un pacto anticorrupción y empiezan a negociar

Los de Rivera se comprometen a dar el «sí» a Rajoy en la segunda votación


A. BARTOLOMÉ - Madrid

Los portavoces de los grupos parlamentarios de PP y Ciudadanos, Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, rubricaron ayer en el Congreso el pacto anticorrupción ideado por el partido naranja como arranque de una nueva relación con el partido de Génova. Tras la firma, Girauta destacó la «total disposición de los populares» y Hernando deslizó con una sonrisa al tendido que aquello era «el comienzo de un gran amor». Con estos mimbres todo apunta a que, en el plazo de una semana, como calculó el portavoz naranja, ambos partidos tendrán listo un acuerdo para la investidura de Mariano Rajoy.
El pacto anticorrupción, que deberá tramitarse en los tres primeros meses de la legislatura, es una alianza «sin líneas rojas». El documento aprobado incluye la prohibición de que ningún cargo imputado forme parte del Gobierno o tenga escaño en el Parlamento; la eliminación de los aforamientos y la reforma de la ley electoral sobre tres principios: listas desbloqueadas, proporcionalidad y fin del voto rogado. Los otros tres requisitos son acabar con los indultos por corrupción política, la limitación de mandatos a ocho años y la apertura de una comisión de investigación sobre la «presunta financiación irregular del PP», es decir, el «caso Bárcenas».
Con la firma de estas condiciones, ambos partidos abren una negociación de contenidos y reformas para alcanzar en los próximos días un acuerdo de investidura, ya que el debate se inicia el 30 de agosto. Ciudadanos se compromete a dar el «sí» en la segunda votación.
Con miras a que el pacto de investidura se convierta en «un pacto de gobierno» –algo que ha rechazado Albert Rivera–, el portavoz del PP, Rafael Hernando, aseguró que su partido trabajará «con generosidad, con mente abierta y pensando en los intereses de los españoles». Hernando destacó que el PP pretende «dar pasos sin pausa» hasta alcanzar un acuerdo que permita llegar a la sesión de investidura con 169 apoyos «de momento». «Intentaremos incluir o sumar a algunos más», añadió. En este sentido parece claro el «sí» de Coalición Canaria, que supondría 170 escaños, aún insuficientes, por lo que el PP necesitaría otros seis votos a favor en la primera votación u 11 abstenciones en la segunda.
Por su parte, Juan Carlos Girauta dijo que, «si algo empieza ahora, es una cultura del pacto, que existió en momentos trascendentales de la democracia y que ahora regresa». «No tenemos tiempo que perder, hemos pasado demasiados meses en una situación de interinidad», opinó el dirigente de Ciudadanos, quien dijo que su partido encara las negociaciones con «espíritu de desbloqueo», aunque algunas cuestiones serán «casi irrenunciables».
En cuanto a la comisión de investigación sobre el «caso Bárcenas», el PP, a través de Hernando, apuntó que no tiene «ningún temor» a ella, porque no cree que exista «ningún partido en el país» que haya tenido tanta transparencia como la que tiene su grupo. Ciudadanos fue más allá y señaló que no descarta llamar a declarar a Rajoy en esa futura comisión de investigación.  
Ayer mismo, PP y C’s designaron a sus equipos negociadores, que mantuvieron pasadas las cuatro de la tarde la primera reunión en el Congreso, con cuatro bloques a abordar: el económico, el social, el pacto por la educación y el fortalecimiento de las instituciones.
Al término de la cita, que se prolongó durante una hora, sus miembros no comentaron nada de lo tratado a los medios de comunicación que les esperaban. Fue Juan Carlos Girauta quien anunció que se volverán a reunir el lunes. En breves declaraciones, no obstante, señaló que durante el fin de semana van a mantener el contacto «estemos reunidos o no estemos reunidos» y que se intercambiarán documentación.
Girauta espera que se pueda avanzar «de forma práctica», porque «el tiempo apremia». «Tenemos una semana y no vamos a perder ni un segundo», insistió. Según dijo, ayer no se abordó la parte del pacto que afecta a los miembros del PP investigados por presuntos casos de corrupción. Fue una primera toma de contacto a la que seguirá el lunes, a las 11:00, el verdadero arranque con el bloque de asuntos económicos. 
Se prevén puntos de fricción con las reformas institucionales –por la pretensión de Rivera de eliminar el Senado o las diputaciones– y el modelo laboral, pero la disposición al acuerdo es total.


Los cargos públicos imputados serán apartados en un plazo de tres meses

El pacto por la regeneración democrática y contra la corrupción que firmaron ayer PP y Ciudadanos recoge de forma «literal» las seis condiciones que puso el partido naranja y deberá tramitarse durante los tres primeros meses de la XII Legislatura.
Los seis puntos del pacto firmado son los siguientes:
1. Separación inmediata de cualquier cargo público imputado formalmente por delitos de corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial. «No se sentará ni en los gobiernos ni en los escaños si Ciudadanos está en una negociación», sentenció Rivera cuando presentó su oferta. Este apartado podría afectar a la actual senadora popular Rita Barberá. Rafael Hernando destacó ayer que, aunque el PP la aparte del partido, no puede quitarle el escaño, ya que ello necesitaría de una reforma de la Constitución.
2. Eliminación de los aforamientos ligados a cargos políticos y representantes públicos. Se trata de acabar con los «privilegios» que, según Ciudadanos, tienen los políticos frente al resto de los ciudadanos. 
3. «Nueva ley electoral» que modifique la vigente Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), cuya última gran reforma es de 2011. 
En primer lugar, esa nueva ley debe «incrementar la proporcionalidad». El segundo objetivo ha de ser introducir las listas desbloqueadas para la elección del Congreso de tal manera que los votantes tengan una «mayor influencia sobre la elección final de sus representantes». El tercer punto de la reforma es «la desaparición del voto rogado», ese requisito que obliga a los ciudadanos del exterior a solicitar previamente el ejercicio del sufragio.  
4. Eliminar la posibilidad de indultos a condenados por delitos de corrupción política. El PP asegura que no los concede, pero faltaría que la ley lo prohibiera expresamente. 
5. Limitación del ejercicio de responsabilidades de presidente del Gobierno a un máximo de ocho años o dos mandatos, una idea que Ciudadanos quiere implantar para evitar que pueda «perpetuarse» en el poder. Si se aplicara, ésta sería la última legislatura de Mariano Rajoy.
 6. Más transparencia, para lo cual se reclama la creación de una   Comisión de Investigación Parlamentaria sobre «la presunta financiación ilegal del PP» por el «caso Bárcenas».

Hernando y Girauta empiezan a negociar hoy un pacto de investidura

El PP acepta las condiciones de Rivera, que destaca que «han desbloqueado la situación»


A. BARTOLOMÉ - Madrid

La suma de PP y Ciudadanos no otorga los apoyos necesarios para investir a Rajoy y sigue siendo necesaria, al menos, la abstención del PSOE, pero ayer se dio un paso adelante en el intento de formar Gobierno y eludir unas terceras elecciones. Tras la cuarta cita que Mariano Rajoy y Albert Rivera mantenían tras el 26-J y 15 días después de que Ciudadanos se aviniera a un acuerdo con el PP,  el presidente naranja anunció que, con el visto bueno de los populares al pacto anticorrupción, hay vía libre para empezar a cerrar el apoyo de C’s a la investidura de Mariano Rajoy.
Los grupos parlamentarios de PP y de Ciudadanos firmarán hoy el pacto por la regeneración y contra la corrupción, que recoge «literalmente» las seis condiciones que el partido naranja exigía al presidente para empezar a negociar su investidura, con medidas como la reforma electoral, la supresión de aforados o la apertura de una investigación sobre el «caso Bárcenas».
El pacto detallará un plazo en el que tendrá que acometerse cada uno de sus puntos. El documento que ha entregado Ciudadanos al PP estipula que ha de ser de tres meses, empezando a contar desde la presunta reelección del ahora presidente en funciones. 
 Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, portavoces parlamentarios de ambas formaciones, rubricarán a las 11:00 la firma del acuerdo y, a continuación, harán declaraciones a los medios. Los equipos negociadores se sentarán por la tarde para comenzar a hablar de los compromisos que permitirán que los 32 diputados de Ciudadanos acaben votando a favor de la investidura de Rajoy, que cuenta con 137 parlamentarios y el previsible apoyo de uno más por parte de Coalición Canaria, lo que sumaría 170 votos. Con estos números necesitaría seis apoyos más en primera vuelta u once abstenciones en la segunda. 
Albert Rivera no dio detalles sobre quiénes formarán los equipos negociadores y qué temas concretos se abordarán, extremo que tampoco confirmaron fuentes del partido naranja. Sobre la mesa estarán no sólo las medidas de regeneración, sino también sobre educación, sanidad y políticas sociales. Según el presidente de Ciudadanos, el acuerdo de investidura será más parecido a los pactos alcanzados a nivel autonómico –con Cristina Cifuentes en Madrid y con Susana Díaz en Andalucía–, que al pacto suscrito con el PSOE el pasado mes de febrero y que de nada sirvió entonces a Pedro Sánchez en su intento de ser presidente.
 A su juicio, este paso de empezar a negociar con el PP permite desbloquear la situación política española y aleja los terceros comicios: «Si alguien hace cábalas con unas terceras elecciones, que se lo quite de la cabeza, pues lo que hemos hecho ha sido lo contrario, que es desbloquear la situación. Va a haber Gobierno», zanjó.
«Todavía queda mucho camino por recorrer, pero al menos se abre un camino, el único posible que les queda a los españoles. Los españoles ya han tenido suficiente paciencia y es hora de ponerse a trabajar y de hablar de los problemas de los españoles y de cómo podemos solucionarlos», apuntó, informa Ep.
Para Rivera, el resultado de sus reuniones con Rajoy y el hecho   de que haya aceptado sus condiciones anticorrupción y que PP y Ciudadanos vayan a empezar a negociar una investidura, permite que los electores de su partido «puedan estar seguros de que su voto sirve para algo, para desbloquear la situación e impulsar una nueva etapa política». Por todo ello, hizo un nuevo llamamiento al PSOE para que   adopte una «actitud activa» y «altura de miras» para que negocie su abstención en la investidura de Rajoy, ya que considera que es el partido que «puede hacer posible la gobernabilidad».
El presidente de Ciudadanos, que se reafirmó en su oposición a entrar en el Ejecutivo de Rajoy, aseguró que no ha hablado con el   secretario general socialista, Pedro Sánchez, pero remarcó que no le corresponde a él sumar apoyos o abstenciones para la   investidura, sino al candidato propuesto por el Rey, que es Mariano Rajoy. Eso sí, dijo una vez más al PSOE que espera que «reflexione con el sentido de Estado que muchas veces ha demostrado» desde la Transición. «Toca preguntarnos qué podemos hacer por nuestro país», afirmó. Toda la presión está ahora en Ferraz.

Rivera se reúne hoy con Rajoy y espera un «sí» a sus seis puntos

Ciudadanos lamenta los «siete días perdidos» pero mantiene su mano tendida al PP


A. BARTOLOMÉ - Madrid

«Siete días perdidos». El portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, José Manuel Villegas, no ocultó ayer su decepción después de saber que el Comité Ejecutivo Nacional del PP reunido horas antes no había hablado del pacto anticorrupción propuesto por su partido hace una semana. «Para un no debate y un no posicionamiento ante nuestro pacto anticorrupción no hace falta perder siete días», apuntó el número tres del partido naranja.
Villegas lamentó el tiempo malgastado y avisó de que Ciudadanos «no negociará» hasta que el PP acepte –«firme», puntualizó– sus seis condiciones, aunque mostró su confianza en que Mariano Rajoy lo haga hoy durante la reunión que mantendrá en el Congreso con Albert Rivera, una cita no prevista y que saltó ayer a la agenda de un calendario que se agota para despejar la incógnita sobre unas terceras elecciones.
 «El señor Rivera no se va a sentar con el señor Rajoy para empezar a negociar; se va a sentar para que le diga si firma el documento con las seis medidas y si pone fecha al debate de investidura», señaló Villegas, quien advirtió de que si Rajoy no hace esta aclaración «no hay negociación».  Aunque aseguró que «no hay un ultimátum» al PP, insistió en que Rajoy tiene, «por una vez», que tomar decisiones, «mojarse» y aceptar las condiciones que le puso su partido.
Tampoco quiso Villegas decir que se romperían las negociaciones si Rajoy no acepta hoy los requisitos previos pedidos por Ciudadanos. «No podemos romper una negociación que no se ha iniciado. Lo que hemos puesto encima de la mesa son condiciones serias para negociar; en tanto no se cumplan esas condiciones nosotros no nos sentaremos a negociar un posible “sí”, nos mantendremos en la abstención técnica» en segunda votación, subrayó.
José Manuel Villegas admitió la «sorpresa» de su partido al comprobar que el comité ejecutivo nacional del PP no hubiera debatido las condiciones de Ciudadanos, y señaló que esperaban un «posicionamiento claro». Incluso apuntó que en Ciudadanos entendían que en la reunión de la dirección del PP Rajoy iba a someter a debate el documento con las condiciones, algo que además, señaló, «está por escrito en redes sociales», en alusión a la cuenta de Twitter del líder del PP.
 Villegas recalcó que los requisitos puestos sobre la mesa por su partido no son negociables. «Las condiciones previas o se aceptan o se rechazan», dijo.
El dirigente de C’s mostró su extrañeza por el hecho de que Rajoy haya sugerido que quiere consultar con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, la fecha del debate de investidura. Añadió que lo importante es que el líder del PP decida presentarse y ponga fecha, y si para eso tiene que hablar con Sánchez, «él sabrá». Por esta cuestión, en Ciudadanos no se sienten menospreciados porque eso es algo que, en su opinión, «no cabe» en política. 
José Manuel Villegas consideró que el debate de investidura debería celebrarse antes de que se inicie la campaña electoral para los comicios autonómicos de Galicia y el País Vasco, informa Efe.

Sánchez reaparece para reafirmar el «no» del PSOE

Reúne a la Ejecutiva del partido y a la dirección del PSOE en el Congreso quince días después de su último acto público para insistir en su negativa a la investidura de Rajoy 

 A. BARTOLOMÉ - Madrid

Parafraseando al líder socialista, por si alguien aún no ha entendido que «no es no» o determinada «parte del no», el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reunirá hoy a la Comisión Permanente del partido y a la dirección del Grupo Socialista para reafirmar la decisión del Comité Federal del pasado 9 de julio de votar en contra de la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. 
La última vez que Sánchez compareció en público fue el pasado 2 de agosto, con motivo de la reunión con Rajoy en el Congreso de los Diputados, al término de la cual ofreció una rueda de prensa. Quince días después, el líder de los socialistas retoma su actividad justo en el momento en que más cerca se encuentran PP y Ciudadanos de un acuerdo que ponga fin a un bloqueo que tiene en vilo al ciudadano de a pie desde hace meses.  
La reunión de la cúpula del PSOE coincidirá de hecho con el Comité Ejecutivo del PP, que debe decidir si acepta las condiciones que exige Albert Rivera para negociar el apoyo del partido naranja a la investidura de Rajoy. Para que ello sea posible el camino más fácil pasa por la abstención de los socialistas, pero la negativa de su secretario general no parece negociable. El PP, no obstante, mantiene la presión. El número tres de Génova, Fernando Martínez-Maillo, insistía ayer en que «se necesita» al PSOE «para que haya una investidura que sirva para elegir a un presidente» y criticó a los socialistas por estar «más empeñados» en que la investidura de Rajoy sea fallida que en que haya nuevo Gobierno.
 A la reunión del PSOE se ha convocado a la Comisión Permanente, compuesta por los miembros de la Ejecutiva Federal que se ocupan de un área determinada, y a la dirección del Grupo Socialista que encabeza el portavoz parlamentario, Antonio Hernando. Se trata, pues, de dirigentes del núcleo de confianza del secretario general, y no están convocados a la cita ni los vocales de la Ejecutiva Federal ni el conjunto de los diputados del PSOE.    
Al igual que hizo en su último encuentro con Rajoy, Pedro Sánchez insistirá en que el líder de los populares busque el acuerdo «en las derechas» del Congreso de los Diputados –Ciudadanos, Coalición Canaria y PNV– y, una vez más, acallará a los barones socialistas críticos con la decisión de asfixiar cualquier opción que permita que haya un Gobierno ya, aunque eso signifique mantener en La Moncloa a su actual inquilino. Voces del partido como el extremeño Guillermo Fernández Vara, el aragonés Javier Lambán o el asturiano Pedro Sanjurjo (presidente del Parlamento autonómico) han sugerido la conveniencia de reabrir el debate sobre la posición del PSOE. Ninguno de ellos está convocado a la reunión de este miércoles. 
Su postura cuenta con el significativo respaldo de los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, también a favor de facilitar una salida al atolladero político. González reclamó hace unos días al PSOE que deje a Mariano Rajoy formar un Ejecutivo aunque «no lo merece», al considerar que el presidente en funciones «no ha hecho nada» por intentarlo. El veterano líder socialista defendió que España «no se merece» estar sin Gobierno y apeló al «liderazgo social» y a la «responsabilidad» de Estado. Por su parte, Zapatero defendió que el PSOE «debe» tener «un proceso de diálogo interno» para tomar una decisión sobre la formación de un Ejecutivo que aúne «el máximo consenso posible» y avisó de que volver a las urnas sería «muy, muy inconveniente y muy negativo».
Ajeno a la presión, el máximo responsable de Ferraz cree que los barones no forzarán la situación convocando un Comité Federal para desautorizarle y buscar la abstención. Es más, lejos de salir de su enrocamiento, Sánchez y su equipo no descartan presentarse como alternativa si Mariano Rajoy fracasa en su intento. Como en ocasiones anteriores, desde Podemos e Izquierda Unida se alienta al PSOE a buscar esa alternativa progresista a Rajoy alegando que ambos partidos más algunas formaciones territoriales suman más diputados que los de PP y Ciudadanos. 
Con la vista en esa investidura fallida hasta el momento, en la reunión de los socialistas se redoblará la presión para que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, desvele la fecha del debate para designar presidente, ya que el PSOE sostiene que, una vez   aceptado el encargo del Rey, Mariano Rajoy no puede eludir esa cita   parlamentaria.
Según han informado a Efe fuentes del Partido Socialista, se da por hecho que el líder de los populares saldrá hoy de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional con una fecha para la sesión de investidura. Previendo ese inminente escenario, en su cita con la Ejecutiva y la dirección del grupo parlamentario socialista, Pedro Sánchez preparará  «los mimbres» de su discurso para la decisiva jornada en la Cámara Baja.
Por su parte, más de dos semanas después de ser designado formalmente candidato a la investidura, Rajoy sigue insistiendo en que sólo acudirá al debate si tiene votos suficientes. El PP volvió a respaldar ayer ese argumento: «La investidura no está hecha para un voto  negativo», señaló el secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro.  
Mientras, Ana Pastor, que tiene pendiente convocar sendas reuniones de la Mesa del Congreso y de la Diputación Permanente para esta semana, volvió a negarse a dar fechas. «Seguimos trabajando», se limitó a decir a los periodistas.